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Air en Razzmatazz, 30 de noviembre de 2007
Javi
20:16h
Air (…) ofrecieron un sonido inmaculado, potente pero con espacio para sutilezas. Y dejaron los hits para la parte final: “Playground Love” en versión instrumental, “Kelly Watch the Stars”, “Sexy Boy”, y una alargada versión de “La Femme d’Argent” que hacía levitar hacia la ionosfera. “Time no matters, I’m on fire on the playground yard…”. Esto fue lo que escribí hace unos meses sobre su actuación en el Summercase, y prácticamente vale lo mismo para lo que ofrecieron ayer en Razzmatazz. Un concierto medido, bien ejecutado, que apenas llegó a la hora y media. Con decir que sonaron piezas de “Talkie Walkie” (las tres primeras del disco, es decir, los muy traidores no tocaron “Alpha Beta Gaga”), un par de temas de sus colaboraciones con Sofia Coppola y buena parte de “Moon Safari”, prácticamente se hace la crónica del concierto. Sin haber escuchado “Pocket Symphony”, la verdad es que me quedé con las ganas de saber de qué iba. Poca confianza tienen, pues, en su último trabajo. Air empezaron su actuación diciendo que son “electronic performers” pero poco a poco se están diluyendo en un combo para treintañeros acontentados. Lo bueno de su situación es que pueden reaccionar a poco que se lo propongan. Antes habían actuado como teloneras las tres chicas de Au Revoir Simone. Hacía tiempo que no escuchaba un telonero tan parecido a su cabeza de cartel. Todo muy mono, muy bien puestecito. Brindaron media hora de una intrascendencia deliciosa. ... Link (0 comments) ... Comment
Wilco en Razzmatazz, 8 de noviembre de 2007
Javi
22:27h
En la entrada lo ponía bien claro: artista invitado a las 20:30. Pues nada, que no vino. En la web de Razzmatazz anunciaban a un tal Richard Swift, pero el caso es que nadie dijo nada y los que llegamos con ganas de ser estimulados con nuevas propuestas nos quedamos una hora plantados como postes, mirándonos los unos a los otros. En mi caso, ocupaba un buen lugar a unos 3 metros del escenario, suficientemente centrado, rodeado básicamente de gente joven con fuerte acento americano. La banda llegó puntual, eso sí. Precedido de algo parecido a una fanfarria, Jeff Tweedy apareció con una camisa texana de manga larga y un sombrero modelo sheriff de película, con el centro hundido. Bajo la sombra de dicho sombrero se adivinaba una expresión seria, solemne, casi de amigo-del-fallecido. También llevaba una armónica, y con su ayuda abrieron fuego con “Sunken Treasure”. Sonaba como los primeros trabajos de Neil Young y Crazy Horse. Acabaron con un punteo, una aceleración y una traca final que motivó los aplausos sinceros del público. De “You Are My Face”, el segundo tema, cabe destacar cómo las luces más claras se iluminaron en el momento preciso, en el del cambio de la melodía reposada a la descarga eléctrica. Este tipo de detalles me apasionan. El guitarrista Nels Cline se llevó el protagonismo en “Side With the Seeds” con un solo perfectamente ejecutado. A pesar de todo, el público estaba frío. Cuando sonó “I’m Trying to Break Your Heart” hubo un amago de coros, pero muy muy tímido. Demasiado respeto. Tweedy aprovechó el estruendo del final de la canción para cambiar de guitarra y encarar “Pot Kettle Black”. Tras Tweedy, preocupantemente serio, estaban 5 músicos entregados a la causa y virtuosos de sus respectivos oficios, también cuando cambiaban de instrumento. Aquí fue cuando Tweedy se dirigió por primera vez al público: “How are you?”. Bromeó diciendo que estaban en Barcelona cada 3 meses (estuvieron en junio, en el Primavera Sound). Eso sí, cuando alguien del público le solicitó “Via Chicago”, Tweedy respondió silenciosamente que no con la cabeza. El batería aporreaba con su baqueta con una mano mientras con la otra sacudía esa especie de coctelera que suena como una maraca (que no sé cómo se llama) para acompañar “Handshake Drugs”. Fue una de las canciones de la noche, porque junto a Cline el resto de músicos añadió pura energía y entre todos presentaron su alternativa a Sonic Youth. El público, atónito. Justo después, “Impossible Germany” lució sus mejores galas. En mitad del tema, Tweedy se permitía hablar con la chica del grupo, organista y guitarrista, y ésta le comentaba cosas al oído. Quedó muy bonito y al final se activó por primera vez el “oé, oé, oé”. Éste fue rápidamente desactivado con los primeros acordes de “Sky Blue Sky”, a la que siguieron temas delicados como “In a Future Age” o “Too Far Apart”. Cuando finalizaba éste último se dirigió a Barcelona y volvió el “oé, oé, oé”. Tweedy no pudo evitar comentar la jugada: “vosotros crecéis cada vez que hay una sección lenta, no hay muchas más, así que podéis aguantar hasta el final. ¿Cómo se llama esto que hacéis? ¿Oé, oé? Esto significa estúpido en América. Vivan los estúpidos!”. Todo este prólogo precedía una interesante sección: “Jesus, etc”, “Hate It Here” y “Walken”. En “I’m the Man Who Loves You”, Tweedy descubrió que tocaba mejor la guitarra poniéndosela en el cogote, y hale, a lucirse en un final desbocado. Algunas palmas preceden y continúan durante las primeras notas de “Hummingbird”, la canción típica en la que Tweedy canta sin instrumentos y se pone a botar un poco. Eso sí, esta vez dirigió el micrófono al público (cargando con el pie de micro entero). El broche de “On and On and On” cerraba la primera parte del concierto con los conocidos “oé, oé, oé”, menos inapelables que en otras ocasiones. Algo desvitaminados, vamos. Llevábamos alrededor de la hora y cuarto de concierto. En el bis sonaron “What Light”, “California Stars”, “Forget the Flowers”, “War on War”, la coreada “A Shot in the Arm”, “Heavy Metal Drummer”, y el apoteósico cierre de “Spiders (Kidsmoke)”. Tweedy se despidió con un “Good night! You are the best! Thanks!”. Para mi gusto, el público estaba algo frío, como cuando en el campo del Barça la gente está tan preocupada de analizar el espectáculo que se olvida de animar. Aunque tal vez la secuencia de los temas no fue la más acertada, Wilco ofreció dos horas de canciones interpretadas técnicamente de forma impecable. * Crónica del Primavera Sound, incluye a Wilco ... Link (0 comments) ... Comment
Crowded House en Razzmatazz, 1 de octubre de 2007
Javi
21:53h
Mucho veinteañero alto – treintañero para ir a ver a Crowded House en Razzmatazz. Gente con formación sólida en inglés y con varios yogures bien digeridos. Muy altos. Un tipo dijo que los asistentes a los conciertos “se tendrían que organizar como las fotos de los equipos de fútbol, los bajitos primero”. Vamos, un estaturista utópico. Iban de teloneros The New Raemon, un trio con batería, bajo y guitarra acústica, y éste último además era el cantante. Éste se sentó en la silla y desde allí se dirigió al mundo. A la segunda canción ya se pudo intuir que algún día explicará a sus nietos que fue telonero de Crowded House. The New Raemon ofrecen interesantes melodías y mucho oficio, pero necesitan algo que les distinga del pelotón y, con urgencia, un vocalista al que se le entienda. Su concierto fue breve, y la espera se alargó durante 35 minutos. Aprovecho para decir que no tengo nada que ver con los tipos que tenía detrás de mí que no paraban de pronunciar “crouded jouse” como si fuera el mejor chiste del mundo. A partir de la décima vez no tenía ni puñetera gracia. Los miembros de Crowded House llegaron precedidos de algo parecido al efecto de sonido de un OVNI. Neil Finn salió con una camisa blanca arremangada y corbata. Manos a la obra pero con formalidad. Arrancaron de forma electrizante con “Locked Out”, en cuyo puente Neil Finn rebotaba en el escenario, recorriendo toda el área libre que le permitían los instrumentos y sus compañeros. Acabó y se dirigió al público: “Estem molt contents d’estar aquí”. Vítores. Tras “World Where You Live” (donde cambió de guitarra a media canción) y un instrumental, sonó uno de los momentos que más esperaba yo de la noche: “Say That Again”, mi favorita de su último disco “Time on Earth”. Una composición excelente que sonó algo timorata y con el público aún frío. Pero no hubo tiempo para lamentos: llegaba “Fall at Your Feet”. La audiencia la coreó como está mandado, y, cuando llegó el final, Finn se sentó sólo al teclado, con la iluminación absolutamente pendiente de él, y estimuló al público a que cantaran el estribillo con ese básico soporte instrumental. “Jugón”, que diría Andrés Montes. Y el público, casi enloquecido. Tras “Walked Her Way Down”, volvió a desenfundar la guitarra para “Black & White Boy”, “Pour Le Monde” y “Even a Child”. Y entonces, llegó otro de los grandes regalos para el público: “Four Seasons in One Day”, para guitarra acústica. Más coros emocionados. Con “Pineapple Head” hasta hubo palmas casi flamencas por parte de público y de Finn. Momento ideal para las presentaciones de los músicos, ampliamente jaleados. Sonaron “Nobody Wants To” y “Music Moves My Feet” (del álbum en solitario de Liam Finn, que sonó como un pasatiempo divertido lleno de complicidad) justo antes de “Don’t Dream It’s Over”. Ah. Como en el caso de “Fall at Your Feet”, hubo otro reprise para la peña, en este caso de “hey now”. Entre tanto cambio de instrumentos y tanta actividad, Neil Finn se hizo compañero inseparable de un botellín de agua. Antes de la pausa aún hubo dos temas animados, “Don’t Stop Now” y “Distant Sun”. Había pasado una hora y cuarto de concierto. El público, delante, muy expectante, caliente, caliente, que dirían Estopa, no les permitió un descanso largo. Neil Finn se abalanzó sobre el teclado e intentó mediante las teclas ponerle sentido al “oé, oé, oéee”. La recta final empezó como un tiro, con “Weather With You”, que fue coreada mientras sonaba, y después con el público a capella. “She Called Up” y “When You Come” fueron bien recibidas antes de una nueva pausa. ¡No se podían ir tan pronto! Volvieron para interpretar “Something So Strong” (tras la cual intentaron mantener un diálogo sobre su anterior visita a Barcelona y el recuerdo de una mujer herida), “Private Universe” y el remate final con “Better Be Home Soon”. Después de una hora y 50 minutos, los cinco músicos saludaron juntos como actores de teatro, cogidos de los hombros e inclinándose al unísono. Y “oé oé oé” hasta aburrir. Se puede discutir si fue o no un concierto excepcional, pero sin duda fue una gozada. ... Link (0 comments) ... Comment
The Police a l'Estadi Olímpic, 27 de septiembre 2007
Javi
20:07h
![]() Pues sí, yo pagué 67 euros para ir al concierto de The Police. Fue pura casualidad: hace unos meses, llegué al trabajo a las 6 de la mañana como cada día, y estaba rodeado de gente a la que le gustaba o le encantaba Police. Ellos intentaron conectarse al servidor que vendía las entradas por Internet y no lo conseguían. Yo, que debía conectarme por motivos estrictamente laborales, fui el único que consiguió acceder a la posibilidad de comprar 6 entradas. Ya es mala leche que lo consiguiera el Police-escéptico de la redacción. Pero bueno, ya que estábamos, a gozarla! Por motivos que no vienen al caso, llegué antes de las 20 horas a Plaça Espanya pero los compañeros de aventura no accedimos al estadio hasta las 21:40. En todo este tiempo, vi pasar a mucha gente en dirección a Montjuïc. No todos iban para el concierto, claro, pero sí buena parte. Público bastante intergeneracional, gente de 20 a 50 años. Cuentan que subieron unas 55.000 personas, algunos apretujados en los autobuses lanzadera, otros subiendo por las escaleras mecánicas (la mitad de las cuales no funcionaban). A la hora a la que llegamos, la reventa ya estaba desesperada y vendía las entradas a 20 euros. Suponiendo que fueran auténticas, claro. El programa de la actuación ya corría de mano en mano: “Message in a Bottle”, “Synchronicity II”, “band introductions” (sic), “Walking on the Moon”, “Voices / When the World Is Running Down”, “Don’t Stand So Close to Me”, “Driven to Tears”, “Hole in My Life”, “Truth Hits”, “Every Little Thing She Does Is Magic”, “Wrapped Around Your Finger”, “De DoDoDoDo De DaDaDaDa”, “Invisible Sun”, “Walking in Your Footsteps”, “I Can’t Stand Losing You” y “Roxanne”. Y, tras una pausa, “King of Pain”, “So Lonely”, “Every Breath You Take” y “Next to You”. Lo cumplieron a rajatabla. El principio del concierto se demoró 25 minutos sobre el inicio de la hora prevista. Mientras tanto, la megafonía hacía sonar temas como “No Cars Go” de The Arcade Fire o “Get Up, Stand Up”, de Bob Marley. Así que las notas de “Message in a Bottle” sonaron bastante a gloria. “¿Qué tal, Barcelonaaaa?”, saludaba Sting, a priori bastante metido en el concierto. “Uno, dos, tres”, gritó precediendo a “Walking on the Moon”. Tres eran las pantallas que tenía por encima de su cabeza, que en buena parte reflejaban los movimientos de los tres músicos en el escenario. Es decir, una cámara para cada uno y pocos planos conjunto. Era un síntoma. En “Walking on the Moon” ya estaba Sting llevándose la mano a la oreja. Había participación, sí, pero conforme más lejos estabas del escenario, ésta se diluía. Muchos estaban demasiado ocupados con sus tertulias a gritos. Escuché mucho acento español y sudamericano. Igual es que los anglosajones y los catalanes no decían nada… A todo esto, Andy Summers lució un soberbio solo en “When the World Is Running Down”, lo que tal vez demostraba que necesitaba a la banda para que le hicieran caso… “Don’t Stand So Close to Me” sonó a ritmo de geriátrico, y pasaron varios minutos en que el muermo se instaló entre la audiencia. Tuvo que salir al rescate “Every Little Thing She Does Is Magic”, y “De DoDoDoDo…” animó muchísimo al personal. Sin embargo, las imágenes de niños y desamparados en general que proyectaron en el escenario durante “Invisible Sun” descolocaron bastante, y aún más desconcertó la flauta peruana y los aullidos que precedieron a “Walking in Your Footsteps”. No hubo más pasos en falso. “I Can’t Stand Losing You” ponía en órbita a fans y a simpatizantes bajo una hermosa noche de luna casi llena. En el tramo final, llegó el auténtico momento de lucimiento de Copeland a la batería con un apoteósico cierre de “So Lonely”. Pero aún habían de tocar uno de los grandes anzuelos, “Every Breath You Take”, que sonó bastante limpio, casi de manual, para acabar con un épico añadido. Punto álgido de la noche, y no hubo demasiados. Tras “Next to You”, a pesar de las protestas de los aficionados, no hubo misericordia y los músicos volvieron al asilo. La salida de l’Estadi Olímpic fue bastante lenta. Entre unas cosas y otras, esa noche dormí tres horas antes de volver al trabajo. Como un campeón. ... Link (6 comments) ... Comment
La música me escacharra
Javi
23:03h
Vale la pena echarle un vistazo a este fragmento de una entrevista al ministro de Cultura de Irán, Mohamed Hosein Saffar-Harandi, publicada en El País: P. ¿Le gusta la música? Dicen que está en contra del rock y el rap. R. Sí, me gusta. Aunque debe cumplir algunas condiciones, entre ellas, que no haga que las personas se salgan de sí y pierdan la compostura. He oído que algunos estilos, no el propio rap sino el heavy metal y algún otro, con el uso de alucinógenos llegan a provocar que mientras se conduce a toda velocidad [los jóvenes] abran las ventanas o las puertas y salten por ellas. Me opongo a ese tipo de música. Por favor, una cálida ovación para el ministro de cultura iraní. No se puede estar más de acuerdo. No. Yo aún diría más. A mí tampoco me gustan los libros de los que he leído en reputadísimas reseñas en el myspace que, si los lees mientras estás conduciendo a 200 km/hora mientras te hacen una felación / un cunnilingus, llegan a provocar que abras la puerta con el pie sobrante (el resto de extremidades está ocupado) y cometas algun disparate. Por no hablar de los peligrosísimos DVDs que, en la parte trasera de los automóviles, los niños visionan una y otra vez mientras mastican chicles lisérgicos que les hacen ver gatos que vuelan, gazpachos hechos carne, niños futbolistas que escapan a la ley de la gravedad y seres extraterrestres que hablan gallego. Por no hablar de unos libros que unos adultos se llevan a unos aviones, libros de los que extraen oraciones para rezar a un extraterrestre gallego mientras escuchan heavy metal, antes de convertir a esos aviones en una catapulta infernal o en el mismísimo tiro del tigre. Hasta ahí podríamos llegar. Invoco a Torquemada, martillo de herejes. Unos tortazos en el culete les daría yo a todos estos musiquillos, hombre. ... Link (0 comments) ... Comment |
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