Mystic river

Clint Eastwood ha creado en “Mystic river” una de esas atmósferas malsanas con las que nos obsequiaban los filmes de cine negro de la vieja escuela, cuyo secreto parecia haberse llevado a la tumba Fritz Lang. No habría de ser tan difícil sacar rendimiento al modelo, pero para ello se necesitan algunas cosas. Buenos que sean malos, malos que sean buenos, policías con vida familiar, pecado, redención, pasado tortuoso, fuertes personalidades y caracteres débiles, crímenes de solución aparentemente fácil...

El guión de Brian Helgeland, basado en una novela de Dennis Lehane, daba juego. Las pesquisas sobre el asesinato de una joven dan para los clásicos amagos de “justo cuando voy a resolver el caso las pistas me llevan hacia otro lado”, que tanto nos entretienen cuando se domina la mecánica. Pero eso lo puede hacer cualquier director de capítulo de “Se ha escrito un crimen”. Una vez más, cuenta el ojo que nos hace mirar, que nos hace reflexionar.

No sé si les suena la expresión “perfil delincuencial verosímil”. Ese extraño eufemismo utilizado por el ministro del Interior Ángel Acebes para justificar la condena a Rocío Wanninkhof ya que con las pruebas no había suficiente. Es decir, un método de juzgar y sentenciar a una persona a priori por la cara que tiene y porque pasaba por allí. Pues Eastwood hace una película-antídoto contra este tipo de arbitrariedades, sin ser una película de moralina fácil. Todo un desafío del que sale muy bien parado.

En un principio hubo Lang. Esa estructura de doble persecución a un culpable (policía y fuerzas del orden por un lado, el mundo criminal y sus contactos por otro) ya aparecía en ese clásico incontestable que sigue siendo “M, el vampiro de Dusseldorf”. Allí era Peter Lorre el atormentado, y aquí lo es Tim Robbins. Allí la inestabilidad mental del perseguido nos venía dada, en “Mystic river” se ve un memorable prólogo en el que se nos permite conocer, elípticamente (por suerte, y porque Eastwood sabe), la causa de por qué ese hombre está zumbado. Y después, claro, vemos qué es lo que hace este personaje que le hace parecer loco: jugar con su hijo, ir a ver el béisbol a un bar, actuar de manera un poco taciturna, contradecirse de vez en cuando, y ver en casa “Vampiros de John Carpenter” y empezar a filosofar sobre ella. Todas ellas razones más que suficientes, como leen, para que la sociedad declare culpable a alguien. Sobre todo cuando él no es responsable de su mal.

El personaje de Sean Penn tampoco lo pasa mucho mejor. Delatado por un amigo y enviado dos años a prisión, justo cuando su mujer está enferma de cáncer, vuelve con la intención de reformarse para poder vivir junto a su hija. Y de repente, con 19 años, ella aparece violentamente asesinada. Y como es un hombre de acción, promueve la caza del hombre. El guión va espolvoreando datos sobre este personaje a lo largo del film, y en verdad que el perfil que adquiere al final es de los que dejan huella.

Así pues, Sean Penn y Tim Robbins dotan a esta obra de una gran categoría, pero es la mirada moral de Eastwood, con un final en el que la doctrina del ojo por ojo queda reducida a gravilla, la que proporciona sentido y fuerza a esta obra necesaria. “Un mundo perfecto” también lo era, pero en ella se habían colado intrusos como Kevin Costner y, sobre todo, Laura Dern. Aquí no. Y es que no hay nada como acertar en un casting, y si no están de acuerdo conmigo vuelvan a ver “Sin perdón”.

* "Mystic River" (libro)

... Link (2 comments) ... Comment


Te doy mis ojos

El “ya te lo decía yo” es una fórmula idiota, pero me la apropio porque en este caso no la utilizo como forma de remachar una desgracia, sino como la constatación de que el tiempo puede hacer que tus razones, aunque sólo sea momentáneamente, lleguen a ser válidas. Digo todo esto porque Icíar Bollaín, ya te lo decía yo, tenía en su mano hacer una obra maestra. Su debut como directora con “Hola, estás sola?” tenía una rara belleza, y daba esa extraña sensación de que había sido muy fácil de hacer, algo nada desdeñable en una obra primeriza. “Flores de otro mundo”, su segunda obra, era más ambiciosa, y en la acumulación estaba su defecto, puesto que no todas las historias estaban al mismo nivel. Y finalmente, llega “Te doy mis ojos”, el peliculón que consagra a esta directora como una de las personas más dotadas para la dirección en este país.

No tengo tan presentes sus obras como para asegurarlo, pero me parece que hay una evolución en estas tres películas en la forma de entender las relaciones hombre-mujer desde el punto de vista de la mujer. A cada película que pasa se aprecia un mayor esfuerzo de Bollaín en intentar comprender a los personajes masculinos. Esto parece una tontería, pero no todos LOS directores hacen ese proceso cuando es a la inversa. Ese camino que hace que los personajes planos sean personajes con “sus razones”. Pueden o no ser compartidas, pero están claramente expuestas.

Y Bollaín se ha sabido rodear de excelentes intérpretes. Repiten con ella Luis Tosar, Elena Irureta o Candela Peña, y a fe que la incorporación de Laia Marull se revela como un acierto mayúsculo. Esto es una constante en Bollaín: la dirección de actores es soberbia. Y eso no tiene que ver con eso que algunos llaman la mirada femenina. ¿Sabéis en quién pensaba yo cuando apreciaba esa capacidad para juntar escenas costumbristas, cómicas, trágicas y de afirmación colectiva mediante festejos y canciones? En John Ford. De verdad que “Te doy mis ojos” es una película que no parece de esta tiempo, donde lo que se busca a toda costa es el impacto visual. Para Bollaín, prisas las justas. Como por ejemplo, en la secuencia inicial, la del personaje de Pilar levantando a su hijo de la cama y llevándoselo junto con 4 cosas, huyendo de casa.

Pilar es objeto de malos tratos físicos y psicológicos por parte de su marido. Éste afirma que va a cambiar, y para probarlo empieza a acudir a una terapia de grupo conducida por un psicólogo. Es en estas reuniones grupales en las que se intentan exponer, desde un punto de vista nada tremendista y a veces recurriendo a la risa como arma más punzante, los motivos que impulsan o parecen impulsar a un hombre a golpear a su cónyuge. El marido, Antonio, actúa como un niño celoso egoísta y posesivo, aunque no se le nieguen momentos de mayor ternura. Como es bien sabido, un malo bien perfilado te resuelve media película. ¿Y ella, la sufridora? Se debate entre la opinión más tradicional de su madre sobre la mujer casada y los consejos de su hermana para que abandone a su marido y reinicie una nueva vida. De hecho, lo intentará, y hasta aquí puedo leer.

Todo funciona en esta película: las interpretaciones creíbles, la capacidad de las escenas para hacer reaccionar al público, la fuerza del mensaje de denuncia serena que emana de la cinta. Uno de esos hitos que sirven de referencia no sólo para su carrera como directora, sino para las demás películas que se presenten en los próximos meses e incluso años, y que aspiren a alcanzar el esplendor alcanzado por Bollaín.

... Link (2 comments) ... Comment


Soñadores

Bernardo Bertolucci, por lo que he visto hasta ahora, no me parece un director sutil. Si quiere decirte algo, lo subraya hasta que te canses. En este último film, el mensaje que me ametralla es: “los protagonistas viven en una placenta, el cine, y cuando salen de la misma sólo encuentran confusión y caos”. No, no soy víctima de ninguna sobredosis de Freud ni de nada parecido. A ver qué os parece lo que os cuento sobre lo que se ve en “The dreamers”.

Para empezar, música celestial. Dónde se está mejor que en un lugar donde retumban Hendrix, Dylan, The Doors, Janis Joplin... Para seguir, los juegos de las películas, donde el mito platónico de la caverna se asume para intentar transformar la ficción observada en realidad vivida. No olvidemos la tendencia de los siameses protagonistas a dormir en posición fetal, ni mucho menos el hecho de que sus padres paguen su prolongada existencia dependiente mediante cheques. Para colmo, los protagonistas afirman que no ven televisión porque son puros, y prefieren gozar de sus cuerpos mientras más allá de sus muros es primavera de 1968 en París.

¿Y qué se introduce en este mundo cerrado para observarlo más de cerca (y, como sabéis, el análisis de una realidad la modifica)? Pues un americano, un jovenzuelo timorato que no comprende la estrechísima relación entre los dos hermanos siameses, ni las contradicciones de los mismos entre la teoría y la práctica cuando se salen del ámbito cinéfilo. Ese joven intentará acomodarse en esa placenta a la que ha sido invitado, pero a la hora de la verdad, la hora del “nacimiento”, volverá a su condición de extraño. Y aquí no ha pasado nada.

¿Nada? Bueno, no lo he pasado tan mal, se me ha regalado la memoria audiovisual con canciones de la era de la psicodelia y con fragmentos de películas que han despertado en mi cabeza ecos placenteros (ahí estaban “Al final de la escapada”, “Los 400 golpes”, “La reina Cristina de Suecia”, “Freaks”, “Sombrero de copa”...) Y además, la vista goza con la rotundidad del cuerpo de Eva Green (y dejo para vosotros las opiniones sobre la belleza de los desnudos masculinos), que se adueña claramente de la película, por méritos propios y de relevancia en el guión, durante buena parte del metraje.

El intento de Bertolucci de llamar la atención mediante personajes “última frontera” (los hermanos) se queda en poca cosa. Estamos hablando del autor de “El último tango en París” y “La luna”, así que tampoco nos encontramos frente a un nuevo recurso desesperado para intentar resultar provocador. La inclusión de “Non, je ne regrette rien” en la voz de Edith Piaf (ya sabéis, “no me arrepiento de nada”) en los créditos finales parece que tiene toda la intención por parte del director, pero visto lo visto, tampoco es que tenga nada especialmente relevante de lo que presumir o lamentarse. Se queda todo, pues, en un correcto ejercicio de estilo que rinde continuos “homenajes” (eufemismo que implica reescribir lo que han creado otros, y gritarlo sin ningún rubor). Eso sí, me gusta esa fusión tipo “bootleg” de “Non, je ne regrette rien” y “Third stone from the sun” de Jimi Hendrix, no sólo no me sonó extraña sino incluso era gratificante. Lo que digo, pajas mentales.

... Link (0 comments) ... Comment


La pelota vasca. La piel contra la piedra

Vayan por delante dos consideraciones: la enérgica condena por parte del que escribe de cualquier forma de violencia, provenga de donde provenga; y, en otro orden de cosas, mi valoración de la carrera de Julio Medem, sin haber visto “Vacas”, la resumo en que me parece un director sumido en una imparable cuesta abajo desde la turbadora “La ardilla roja” hasta la insulsa “Lucía y el sexo”. Una cuesta abajo marcada por una búsqueda formalista que reducía historias y personajes a la condición de excusas y fantasmas. Una vez dicho esto, afirmo sin tapujos que “La pelota vasca. La piel contra la piedra”, el film documental de Medem sobre el problema vasco, merece la pena.

¿Merece la pena porque dice la verdad? No, nadie dice la verdad, compleja, multicausal y de efectos impredecibles. ¿Se dice toda la verdad? No, faltan personalidades e instituciones importantes (de todos es conocida la negativa de la banda terrorista ETA y de la formación política Partido Popular a aparecer en el documental). ¿Se dice verdad? Para mí no cabe ninguna duda: sí. Desde los que afirman que o estás con las víctimas o estás con los verdugos hasta los que creen plenamente en el diálogo como método para poner fin a la falta de entendimiento entre los pueblos. Todos creen que la puesta en práctica de lo que dicen supondrá una mejora del colectivo, y como tal debe valorarse.

Al fin y al cabo, el propio Medem pone las cartas sobre la mesa desde el principio: la película es personal, es independiente, es una invitación al diálogo y echa de menos a quien no ha querido participar en ella. Y a partir de aquí, empiezan a aparecer las entrevistas, introducidas de una forma tremendamente atractiva: la imagen del personaje al que nos acercamos mediante un travelling hacia él, subrayada por una música casi espectral y los subtítulos correspondientes sobre su cargo, profesión o situación. Durante el metraje se irán intercalando imágenes de documentales (particularmente curiosa me parece la inclusión de “Around the world with Orson Welles”) e incluso de films (“Vacas”, del propio Medem, y las esperables “Yoyes” y “Días contados”). Una presentación, pues, muy cuidada y por la que cabe felicitar a Medem.

Y en cuanto a las opiniones de los que aparecen, hay que decir antes que en el montaje se han tenido que recortar ideas y frases. Bien, esa es la función del montaje, pero Medem no se preocupa de disimular esos cortes, lo que nos hace patentes las dificultades de la construcción de la verdad (en general, los mensajes propagandísticos son breves y sin cortes, los razonamientos no). Temáticamente, abarcan una amplia gama: la polarización de la sociedad en el País Vasco, el origen del pueblo vasco, la identificación peligrosa euskera-nacionalismo-terrorismo, la aparente contradicción entre derechos colectivos y derechos individuales, el problema vasco durante el siglo XX, el alejamiento de los presos etarras, las víctimas y el dolor de los familiares que han perdido a los suyos, la frustración que trajo la abolición de los Fueros en el siglo XIX y el síndrome del “estado carencial”, los “amenazados profesionales”, el derecho a la autodeterminación...

Una vez visto todo esto, te quedan varias ideas en la cabeza, pero hay dos en las que el documental, tal vez por obligación, se centra: el necesario entendimiento entre socialistas y nacionalistas vascos (ambos tienen abundante representación en el documental) para trazar puentes entre los dos polos del pueblo vasco, y la idea de que el nacionalismo es una expresión del miedo de una comunidad a desaparecer. Particularmente, creo que el testimonio de Eduardo Madina, joven socialista que perdió una pierna en un atentado de ETA, es de esos que devuelven la confianza en el ser humano.

No vale la pena matar ni morir por nada, sólo vale la pena vivir. Parece una idea fácil de entender, ¿no?

... Link (3 comments) ... Comment


"Días de fútbol"

Los que apreciamos en “El otro lado de la cama” algo más que una oportunidad para recordar el pop español de los 80 estamos de enhorabuena con la película dirigida, ahora sí, por el guionista de aquel film, David Serrano. Y ojo porque aquí hay madera. Serrano tiene algo muy importante para un creador: tiene obsesiones. Y lo mejor de todo, es que con ellas no da la vara, sino que te hacen, cuando menos, sonreír.

Tanto en “El otro lado de la cama” como en “Días de fútbol”, los problemas surgen por la insatisfacción sexual, que nos vuelve locos. Es, pues, un autor con voluntad de mensaje: señoras y señores, follen más. ¿Dónde está el factor diferencial de esta propuesta? En su guión, eso que en las películas con un mensaje parecido son unas cuartillas sujetas con un clip.

Es difícil hacer una comedia coral con tanta abundancia de caracteres con frase y perfil definido y no convertir el film en un pase de modelos. Pero no es el caso: hay muchas situaciones en las que los personajes están unidos en el mismo plano, interactuando, creando ambientes de complicidad. Sí, parece fácil, ¿verdad? Pero hacen falta, entre otros, dos elementos que permitan esta forma de filmar: unos buenos intérpretes y un director convencido de que el primer plano de la estrella no es lo esencial en un metraje.

Una cosa que cambia de la película dirigida por Emilio Martínez Lázaro a ésta es que los protagonistas, que siguen siendo unos canallas egoístas que buscan su propio placer, ahora tienen espacios para identificarse como grupo. Esto ayuda a dotar a los personajes de un sentimiento positivo que, unido a las relaciones de parentesco existentes entre los mismos, crea una especie de complicada red que sin duda aportará nuevas lecturas a segundos y terceros visionados.

Freud y el balón

Jorge (Alberto San Juán) es un mediocre, y su novia desde hace años (Natalia Verbeke) se resiste a aceptar su oferta de matrimonio porque tiene un plan mejor. Jorge es un tímido reprimido que necesita... Por otro lado, Antonio (Ernesto Alterio), con la condicional y saliendo de una terapia psicológica, tratará de empezar una nueva vida siendo taxista y estudiando psicología, de forma que cree que puede ayudar a sus compañeros. Ellos son los principales motores de un equipo de fútbol siete de treintañeros que trata en vano de hacer quedar bien al nombre ganador con el que se han bautizado: Brasil.

Todos los conflictos y situaciones que provoca esta decisión de reverdecer viejos laureles juveniles están muy bien resueltos a base de pensar las escenas, y de introducir en ellas muchos elementos que en algún momento acabarán por desvelar su importancia. Es decir, en otra longitud de onda, pero en la misma escuela que los grandes guiones producidos en España, véase Azcona.

¿Resultado del producto? Un film recomendable, para pasar un buen rato en compañía preferentemente de tu pareja (para compartir el mensaje y eso) y, por qué no, para todos aquellos que sienten que a su edad están empezando a perder vigor e ilusión y necesitan nuevos estímulos. Ah, y me ha servido este film para descubrir a Pilar Castro. La seguiré atentamente, palabra.

... Link (0 comments) ... Comment


Online for 7956 days
Last update: 20/4/24 19:49
status
No estás registrado ... hazlo
menu
... home
... feeds
... temillas

... Antville.org home
Menú degustación

Anécdotas poco útiles
Anhelos poderosos
Discos de cabecera
El museo de Cheshire
Literatura animada
Mi tenis
Mis películas favoritas
Notas musicales
search
 
calendar
mayo 2024
dom.lun.mar.mié.jue.vie.sáb.
1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031
abril
recent updates
Repaso de autores comentados Post
actualizado, pendiente de incorporaciones. * ABREU, Andrea * ACHEBE, Chinua...
by Javi (20/4/24 19:49)
"El diario de Bridget Jones"
[Geoffrey] “(…) ¡Así que todavía no has conseguido un tío!”....
by Javi (20/4/24 19:32)
"Viaje al país de los
blancos" “En estos lugares todo el mundo hablaba de Europa...
by Javi (10/4/24 22:16)
Sobre 500 4 – “La
casa de los espíritus” – Isabel ALLENDE 8 – “Las...
by Javi (8/4/24 22:30)
"Fahrenheit 451" [Capitán Beatty, el
jefe de bomberos] “(…) Selecciones de selecciones. ¿Política? Una columna,...
by Javi (5/4/24 22:40)
"No digas nada" “Más de
3.000 personas desaparecieron en Chile durante la dictadura militar de...
by Javi (28/3/24 10:55)
"Caperucita en Manhattan" “Sabía que
tenía una tienda de libros y juguetes antiguos cerca de...
by Javi (10/3/24 20:42)
"Aurora boreal" “El conocido religioso
Viktor Strandgard fue hallado asesinado la pasada madrugada en la...
by Javi (4/3/24 11:31)
"La fiesta del Chivo" "Dios
y Trujillo. He ahí pues, en síntesis, la explicación, primero...
by Javi (25/2/24 19:42)
"La orgía perpetua" "En "Madame
Bovary" ocurren tantas cosas como en una novela de aventuras:...
by Javi (25/2/24 19:41)
Cavernas paralelas

RSS Feed

Made with Antville
Helma Object Publisher