Esta barrera de entrada idiomática podría ser un obstáculo insalvable para la comprensión de “La cinta blanca”, pero no lo es del todo porque la obra halaga tanto la vista del espectador que se ve con sumo placer. Muchos planos conjuntos largos permiten detectar bastantes matices, y en base a esto puedo formar, ni que sea con cuatro palos, una serie de teorías sobre el film (asumiendo que puedan ser un cúmulo de sinsentidos).

Se ha vendido “La cinta blanca” como una reflexión de Michael Haneke sobre los orígenes del nazismo, puesto que el film está situado en un pueblo alemán en los meses previos al inicio de la Primera Guerra Mundial. POSIBLE SPOILER ALERT Aunque esto pueda llegar a ser cierto, no deja de ser curioso que la película deje una conclusión tan parecida a la de “Caché (Escondido)”, ambientada en una época contemporánea: los niños tienen una capacidad para aliarse insospechada por los adultos y eso les convierte en un poder desestabilizador insuperable. Al fin y al cabo, ¿quién sospecha de los niños? Por lo tanto, “La cinta blanca” se puede sumar a un ciclo ‘pequeños monstruos’ con “Village of the Damned” o “¿Quién puede matar a un niño?” FIN POSIBLE SPOILER.

La conexión de “La cinta blanca” con otros films de Haneke también se me hace evidente. Recupera un tema marca de la casa como la sordidez del alma humana y la exploración de los mecanismos generadores de violencia, sin duda reconocibles en “Funny Games”, “La pianista” o la citada “Caché (Escondido)”. En este caso, la película plantea tres elementos generadores de tensión a través de tres personajes adultos: el conflicto social y de clase (la figura del barón), la represión de la moral pública (el pastor) y la doble moral (el doctor).

Aunque no falta la violencia explícita habitual en Haneke, “La cinta blanca” parece ser lo más sutil que el director bávaro puede llegar a ofrecernos. Por qué Haneke se empecina en hacer sentir culpable al espectador por experimentar placer ante la contemplación de la crueldad se me escapa. Pero no me cabe duda de que su discurso cada día se me hace más interesante. A pesar de todos los pesares, “La cinta blanca” es una película excelente de un director de referencia. Como afirmaría otro bávaro ilustre, no hace falta decir nada más.

* Caché

* Cine 2010

Aunque las costumbres y formalidades judías sean una parte importante de la trama, no constituyen su esencia. No es ni mucho menos una película sobre el judaísmo. Es más, el tema de la película es anunciado por un personaje periférico cuando le dice al protagonista: “Accept the mystery”. Este lema es reformulado por la narración de los dientes del gentil, en el que un dentista busca el significado de un mensaje escrito de forma accidental en el molde de unos dientes…cuando lo mejor que podía hacer era dejarlo pasar, hacer caso omiso, como un dolor de muelas pasajero.

Los que acusaban a los hermanos Coen de nihilistas en los años previos a “El gran Lebowski” podrán desenterrar el hacha de guerra: los Coen no dejan nada en lo que creer, ni amor, ni familia, ni trabajo, ni comunidad, ni religión, ni liderazgo. Como mucho, queda la música de los Jefferson Airplane. Sin embargo, el final es algo más que puro nihilismo: es revelador de que debemos disfrutar de nuestras preocupaciones, porque quizá nunca más las volvamos a tener. "Un tipo serio" es, pues, una película antídoto para los que nos preocupamos por nada e intentamos denodadamente buscar el sentido a cosas que no lo tienen. Por ocultar estas reflexiones bajo un formato de comedia con la firma inequívoca de los de Minneapolis, pienso que estamos ante una de las mejores películas de los Coen

* No es país para viejos (película)

* Cine 2010