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De toda la invasión anglosajona, creo que es la del lenguaje la que menos me importa (y conste que me importa), ya que, si bien es cierto que el uso de una lengua determinada "implica esquemas de organización del pensamiento", creo que es peor que la publicidad y la ingestión indiscriminada de unas hamburguesas determinadas "impliquen esquemas de organización del pensamiento".

yo desde que descubrí hace unas semanas que coche en francés es femenino, le doy más importancia al lenguaje...

...hay una costumbre ideologico-lingüística que de toda la vida se ve en las series y películas americanas, que siempre me ha admirado y que también tendríamos que importar: Los personajes (una pareja, un padre y un hijo, unos amigos del alma...) están en su acogedor hogar haciendo cualquier cosa y de repente uno de los dos le dice al otro: "Tenemos que hablar", o mejor, "¿Podemos hablar?". Entonces se paran, dejan sus quehaceres cotidianos, se miran a los ojos relajadamente, se sientan en el sofa y hablan de algo trascendental para ambos, sosegadamente y civilizadamente, y al final igual se abrazan y se quieren más que antes...

En mi casa (y en las de por aquí) estas cosas se acostumbran resolver a grito limpio y nunca se llega al fondo de la cuestión.