¿Conoces a Joe Wright? Pues pon algo de tu parte, porque él sí quiere que le conozcas. El director londinense parece no sentirse contento con que le consideren un tipo capacitado para hacer films con buena caligrafía. En “Orgullo y prejuicio” demostró que podía dirigir correctamente películas de reverencias, bailes de salón, velas, pelucas y uniformes. En “Atonement” (“Expiación: Más allá de la pasión”) insiste en el drama romántico, pero ahora en la Inglaterra inmediatamente anterior a la II Guerra Mundial. Es decir, no faltarán soldados malhablados, fotografías de enamoradas, enfermeras comprensivas, heridas asquerosas y toda la parafernalia bélica.

Sin embargo, Joe Wright quiere ser un autor. Sólo así se puede entender la complejísima secuencia de 4 minutos y medio en la playa de Dunquerque, o los saltos adelante y atrás en el tiempo que van aportando información pero cuya alteración del orden lógico-temporal tiene una motivación poco definida. Eso por no hablar de la escena de la fuente vista desde dos perspectivas. Y por cierto, hay elementos que no coinciden. También hay fallos de continuidad en la escena de la biblioteca. Vamos, que cada vez que Keira Knightley va ligera de ropa alguien deja de hacer su tarea para estar pendiente de otras cosas.